A las 10 de la mañana, en la puerta de  las instalaciones de Medicina Legal, se escuchaban los gritos de una persona que exigía que se le dejara llevar el cuerpo de Darly Patricia Yance Castañeda conocida como Shakira. A su vez el exesposo Ángel Monroy Soto escuchaba atentamente el reclamo que por poco se convierte en una pelea a puños, debido a que él también requería el cuerpo de esta mujer, para ser sepultado en Piedecuesta.

Ángel Monroy le contó a esta redacción que él no quería tener ningún problema con su pareja actual, sólo que exigía este derecho pues de esa unión quedó una adolescente de 13 años, que por cosas de la vida no se le había contado que su mama vivía en la calle, consumía drogas y había muerto.

“Yo viví 4 años con ella, era una buena mujer, nunca tuve quejas, pero no sabía que su adicción era tan fuerte, todo ese tiempo viví engañado, pero empezaron a perdérseme cosas en la casa y yo le echaba la culpa a otras personas, hasta que me di cuenta que la que hacia los robos era Darly, quien utilizaba la plata para consumir Bazuco e inyectarse”, manifiesto Ángel Monroy

Al otro lado de la cera se encontraba Javier, quien a su parecer lo único que quería era llevarse el cuerpo para el salón comunal del barrio Gaitán, para que las personas con las que ella compartió los últimos momentos de su vida le dieran el último adiós.

Grado de consanguineidad 

Para Ángel Monroy, el fiscal autorizó de forma irregular la entrega del cuerpo a personas que no debía, debido que existe un matrimonio y una hija, en donde debería primar el grado de consanguineidad.

“No es como lo dice el amigo de Javier que yo quiero llevarme el cuerpo para reclamar un seguro, al contrario, todo este tiempo estuve viendo por ella, siempre pasaba por dónde ella estaba y le pasaba un billete, yo sabía que era para el consumo, pero ella en su vuelo, sabía que teníamos una hija y me decía que la cuidara, además ella siempre tuvo Sisbén y todos los papeles los tengo yo”, expreso Monroy.

Xiomara Mendoza